Des la asociación Sakura-Onna escribe este blog para poder gritar las injusticias, hablar abiertamente sobre un tema que en muchas ocasiones es tabú, ignorado y lo que es peor, negado.
Queremos hablar de sentimientos, emociones y ayudar a las mujeres mediante la red, a que se sientan menos sola en el estigma de la violación.
La presidenta y fundadora de la asociación fue agredida y abusada varias veces en su vida: "lo digo bien alto y claro porque no tengo de que avergonzarme, el único culpable de una agresión es el agresor. Sin importar si voy borracha, desnuda, o si he provocado y ya había empezado a desnudarme voluntariamente." ( Vanessa M. Cortés)
En el momento que dices NO, todo lo que pasa después es un abuso sexual, no somos perros, podemos decidir cuando parar un acto sexual.
Promocionamos el respeto y la dignidad con nuestras acciones y actividades.
No si es la crisis, no se si es que en realidad las cosas no han cambiado tanto, no se si es que el patriarcado y el machismo tiene unos tentáculos muy largos y cada vez que cortas uno salen dos como en los cuentos mitologicos, donde cortabas la cabeza de un dragon y se multiplicaban y la unica manera de matarlo era dandole en el corazón.
¿Me pregunto cual es el corazón del machismo? Y me respono, que es nuestra complocidad, nuestro silencio ante una agresión ajena o propia, nuestro miedo....
Con la llegada del calor, parece que por la calle se pueden ver mas agresiones y acoso sexual esta semana por ejemplo, hesido complice de dos agresiones, una en la calle a las 3 de la tarde, una chica iba preciosamente vestida, y un tipo decidió seguirla e incomodarla un rato, yo me encontre con la escena de frente. y otra entre dos adolescentes a las 7 de la tarde, ella queria que él la dejara tranquila y él solo hacia que molestar, seguirla, tocarle el culo.... es decir estaba transformando el NO de la chica en un posible SI machista y patriarcal.
Ante estas dos agrsiones en el espacio publico que pido que hagamos? QUE SEAMOS COMPLICES, quedate cerca, mira al agresor, siguelo tu también mientras dure la agresión, o simplemente permanece cerca de la sotiación, si nos portejemos la sunas a las otras, si dejamos nuestro miedo a un lado las agresiones en la calle serán menos impunes.
Antre las dos agresiones que yo he relatado, me quedé cerca, miré al agresor y este se empezo a poner nervioso, ¿porque? porque los agresores en la calle cuentan con el silencio colectivo y este silencio nos hace complices del agresor. Seamos complices pues de las mujeres que están siendo acosadas, incomodadasy violentadas. Creemos nuevos pactos sociales de repulsa hacia las " pequeñas" agresiones que nos impiden circular libremente por la calle.
Ayer entendí por fin, que debía explicarlo.
Tras hablar con mi gran amiga marta, comprendí que para que las cosas sean diferentes, para que las mujeres que han sufrido violencia sexual tengan un espacio real al que acudir, yo, como presidenta, debía hablar.
Tengo 32 años, a los 20 sufrí una agresión sexual en Barcelona. Inocente, frágil, pequeña y sin recursos me perdí. Me encerré en mi, me autodestruí, me culpabilicé, me odié. Tuve terror nocturno, ansiedad, depresión, si me hubiera visto un “buen” psiquiatra, me habría encerrado en un hospital “por mi bien y mi seguridad” drogada todo el día, deshumanizada, para que nadie se me acercara, para culpabilizarme, para revictimizarme, pero no fue así. Nunca tomé un solo ansiolítico, nunca me tome una sola pastilla para dormir, nunca me tomé un solo antidepresivo. Consecuencias: tardé años en poder dormir bien, en dejar de tener pesadillas, me daban ataques de ansiedad en la calle pensando que me volverían a asaltar y estuve triste muchísimo tiempo. Como diría Dante, fue una bajada a mi propio infierno, me instalé y viví en él por muchos años. He sufrido mucho, es verdad, hubiera sido más rápido tomar todos los psicofármacos que me aconsejaban que tomara…. más fácil… ¿para quién? Para un sistema deficitario, para una sociedad que castra las emociones, que anula el sufrimiento, que te obliga a ser feliz, a reir de manera cruel, cuando solo quieres desaparecer, desvanecerte sin dejar rastro. Decidí siendo consciente, que no me tomaría una sola droga, que prefería sufrir y sacarlo todo de manera natural, que el golpe que había sufrido todo mi ser era demasiado duro para maltratarme de esa manera.
Tardé unos meses en pedir ayuda, como buena superviviente, pensé que podría sola. Mi queridísima Roser, en aquella época compañera de piso, ahora una de las personas a las que mas quiero, me arrastró literalmente a que buscara ayuda. Me había engordado, había descuidado mi físico, no me duchaba, no salía de casa mas que para ir al trabajo y a la universidad. Ella fue la testigo más directa de mi autodegradación voluntaria, ya que pensaba, que si me volvía un monstruo gordo y mal oliente ningún hombre me volvería a violar.
Busqué ayuda, fui a las entidades que hay en la ciudad de Barcelona para reparar mis heridas. Lo que encontré fue devastador, mujeres quemadas por el sistema. Recuerdo mi periplo por las entidades vagamente, mi cerebro hizo una especie de reset, aunque algunas cosas si me quedaron marcadas. En una asociación me pasaron un test de personalidad y me hicieron dibujar. Me sentí como una colilla humana, yo esperaba que alguien abriera los brazos, me mirara con ternura y me dijera algo así como: “ el mundo es una selva, has tenido la mala suerte de enterarte así.. háblame de tu dolor…” esto nunca llegó. No podía dejar de preguntarme ¿Cómo me podían pasar un test de personalidad? Yo estudiaba psicología, podía manipularlo, y además un test es una foto del momento. Es como tomar una instantánea, yo le dije a la psicóloga sin corazón que moraba en aquella asociación que se hacia llamar “…. Para victimas de agresión sexual..” que ya le contaba yo como estaba; depresiva, ansiosa, paranoica, le supliqué que no me pasara el test, que me escuchara….fue inútil, me vi en una sala roñosa, oscura haciendo el test. He de admitir que hice el test de personalidad en un estado de profunda decepción y que cuando me dijeron que dibujara aún me sentí mas infantilizada, más pequeña… más degradada. Así que me fui.
Lloré muchos días con Roser que veía como mi amargura aumentaba. Ella me abrazaba y yo simplemente me refugiaba en ella.
En estas, como denuncié al agresor me cayó encima un juicio, una asociación de mujeres divorciadas me llevó el caso gratuitamente. He de agradecerles lo que hicieron por mi. En dicha asociación ( que no estaba especializada en violencia sexual y me trataron mejor que en ninguna entidad “especializada”) conocí a Ruth, una psicóloga y persona más que excelente. Con ella empecé de verdad mi proceso terapéutico, ella me echó una escalera a mi infierno personal, y me dio la real y verdadera opción de subirla. Por fin un poco de luz, un poco de amor profesional. Para mi desgracia de autorecuperación ella se tuvo que ir de la ciudad, quien vino después…. No tenía color… entendí que es una lotería encontrar a una buena profesional que ayude de verdad a alguien que ha sufrido violencia sexual . ¿ Cómo podía ser? ¿Qué impedía una formación adecuada?¿ Cómo podía ser que ningún organismo tratara a las victimas de violencia sexual con amor, con respeto, con dignidad? Cuando te violan, la amabilidad del mundo desaparece, muchos de tus amigos se van y te sientes más sola que nunca. Esto solo nos pasa cuando somos violadas….
Decidí que como era una suerte encontrar un buen profesional, me iba a formar en técnicas y terapias alternativas, entendí que a mas conocimiento, mas personas podrían ser ayudadas por mi. Decidí ser una buena profesional con el corazón, sin juzgar, con respeto.
Así estudié PNL, hipnosis, flores de bach, Tai chi, terapia breve estratégica, entre muchas otras cosas… me gasté todo el dinero de mi indemnización en formarme, en ir a seminarios más que prohibitivos para los bolsillos modestos. Acabé mi carrera e hice un máster. Des de que me violaron tuve más que claro, que quería ayudar a las mujeres que como yo habían sufrido una violación y se habían topado con el rechazo social, con servicios deshumanizados y con la incomprensión de lo que les pasaba tanto física como psicológicamente. Mi trabajo de final de carrera, fue una investigación de los recursos existentes para mujeres que han sufrido violencia sexual en la ciudad de Barcelona, tanto públicos como privados. Estudié que leyes nos amparan, leí acerca de estudios en europa y en estados unidos. En mi trabajo propuse ya la creación de una asociación donde se trabajaría des de el corazón y con profesionalidad, con técnicas de varias corrientes psicológicas, respetando el proceso de cada mujer, mi idea, es que ya nunca una mujer este a su suerte cuando trate de recuperarse tras una violación. Que se entienda de una vez que la mujer es inocente de tal acto, que la culpa corroe, que la incomprensión nos encierra en nosotras mismas y que el mundo deja de ser leído, de ser entendido.
Hace tres años fundé Sakura-Onna con la intención de ser un paraguas de seguridad y amor para todas aquellas mujeres que han sufrido violencia sexual. En este tiempo no siempre lo he podido conseguir. Cargué con todo, me sentí responsable del mundo, no trabajé en equipo y me quemé.
Las personas que han vivido conmigo este último tiempo me han visto sufrir, y me han dado su apoyo, su amor, y en algunos casos, algunas mujeres de mi alrededor han decidido hacer red conmigo para que mi proyecto viva, para trabajar juntas. La lista de personas con corazón que tengo ahora a mi alrededor es enorme, aunque me gustaría darle las gracias todas las personas que han estado a mi lado en este tiempo de crisis vital, les agradezco la sabiduría de sus palabras, los abrazos dados, el amor incondicional que me ha hecho resurgir como un ave Fenix, entendiendo, que mi asociación existe porque ha de dar varios mensajes al mundo:
Hoy me he decidido a hablar, a explicar mi vivencia como un acto de rebeldía, siempre pensé que callar que había sufrido violación, daba a mi entidad un matiz de profesionalidad, tuve miedo de que me juzgaran, de que me dijeran que mi entidad existía porque estoy rencorosa, iracunda. Hoy puedo decir, que existe para dar voz a las mujeres violadas, para dar charlas acerca de la injusticia social que se vive cuando se está en esa situación y para dar herramientas de autoprotección. Ayer entendí, que debía gritarle a la comunidad de “profesionales” que se puede ser víctima, trabajar con el corazón y aún así… ser buena profesional.
GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS, MUJERES Y HOMBRES,
QUE HACEIS DE MI MUNDO UN LUGAR MEJOR.